domingo, julio 15, 2007


A ver…. ¡por dónde empezamos ahora!


Somos un desastre. No sabemos si echar la culpa a la mudanza, a los de Sky por tardar más de un mes en conectarnos a Internet en la casa nueva, o, más correctamente, a nosotros mismos, por perder poco a poco interés en esto del blog … Sí, esto es una confesión. Pero no nos negaréis que algo de sentido tiene: cuando empezamos este blog, hace cosa de un año, estábamos a punto de emprender un viaje increíble que no sabíamos muy bien adónde nos iba a llevar. Ahora, los viajes suelen ser al centro, siempre de ida y vuelta y, para colmo, en muchas ocasiones en metro, lo que supone que no se descubre nada nuevo por el camino y se respira aire contaminado… Dejamos a los lectores la tarea de comparar, si es que merece la pena.
Pero bueno… tampoco es para tanto. Vamos a dejar de poner excusas. Lo cierto es que llevamos una vida tan… “normal”, que nos parecería un poco injusto haceros perder el tiempo leyendo sobre ello. Así que os pondremos al día hoy y, cuando haya cosas que contar, os las contaremos. Pero guardaremos silencio durante los periodos de rutina.
El 26 de mayo nos mudamos a Wimbledon. El cambio de Clapham Common a Wimbledon es, por ahora, lo más positivo que nos ha pasado desde que decidimos instalarnos en Inglaterra. Nos encanta nuestra casita. Como estaba sin amueblar, disfrutamos de ese periodo de “compras para la casa” como una pareja de recién casados. Es cansado pero la verdad es que se disfruta un montón. Eso sí, aun faltan cosas: hay que ir poco a poco.
En fin, la primera mitad de junio pasó muy rápido. El tiempo libre lo empleamos en el teléfono, dándonos de alta en las compañías del gas, del agua, de la electricidad, cambiando nuestra dirección con el banco… En fin, un poco rollo. También pasamos bastante tiempo en tiendas de muebles, encargando algunas cosas, buscando camas para la habitación pequeña…
La segunda quincena fue un poco más entretenida. Los fines de semana tratamos de explorar un poco la zona: paseos por el campo, picnics, eligiendo pub, visitando otros barrios cercanos... El día 23 fue la “feria” de Wimbledon en el parque. Estuvo fenomenal: había puestos de comida, juegos, actuaciones, mercadillo, carreras de caballos… A pesar de que a última hora llovió a jarros y acabamos completamente calados, nos lo pasamos genial. Además nos encantó ver que, como habíamos esperado, Wimbledon tiene ese carácter especial de los pueblos, o de los barrios en ciudades pequeñas, donde a la gente le gusta reunirse y hacer cosas juntos, conocer caras, etc.
El día 25 empezó el torneo de tenis y se noto mucho en el tráfico, en las multitudes saliendo y entrando a la estación a todas horas, en los restaurantes más llenos y en los pubs rebosantes de gente.
Antes de que llegara julio llego nuestra amiga Elissa de Sydney, que paso aquí la primera semana de las seis de su súper-viaje por Europa. Pasamos una semana bastante tranquila: leyendo, visitando museos, dando paseos (tantos como la lluvia permitió), saliendo a cenar un par de veces… Nos encantó la visita al Palacio de Hampton Court, por cierto.
Al llegar julio, se fue Elissa (el día 2) y el día 3 llegaron Mariluz y Jorge. Desafortunadamente llovió casi todos los días (sin casi, creemos), así que no pudimos pasear por Wimbledon como nos hubiera gustado. Eso sí, visitamos el Museo de Historia Natural, el Museo de Cera, la tienda de “la casa” de Sherlock Holmes, cenamos un día en un restaurante indio con Ángel y María, y otro en un italiano, Jorge probó su primera comida de pub inglés, fuimos de compras sin comprar nada… Lo malo es que sólo estuvieron tres días y el fin de semana les echamos mucho de menos (se fueron el viernes). Para entretenernos, no nos perdimos los partidos de los españoles que quedaban en Wimbledon. El domingo, con la final entre Nadal y Federer nos entro taquicardia en el sofá, ¡qué gozada de final! (a pesar del resultado).
Esta foto de nuestra vida "al fresco" en el jardín duele un poco... Nunca ha podido ocurrir cuando hemos tenido invitados. Sólo deja de llover cuando estamos solos.
Bueno, seguimos... Esta última semana nuestro calendario social ha estado bastante apretadito, lo cual siempre es agradable. El jueves fuimos a un “comedy club” con los compañeros de Karthik, el viernes yo fui con María a Wisley Gardens y ayer sábado estuvimos en el festival al aire libre de Cannizaro Park (aquí en Wimbledon), donde cenamos un picnic con música en directo y luego vimos nuestro segundo show de humoristas de la semana: “The Comedy Store”, buenísimo. Nos reímos un montón (yo en silencio, ya que tengo una infección de garganta y he perdido la voz).
Y así nos plantamos en mitad de julio… Yo iré una semanita a Santander desde este martes (espero disfrutar de playa, toros, descenso del Río Deva en canoa, caminatas, visita al campamento de mis sobrinos en Valderredible, concierto de Garma en Mataporquera, paseos en bicicleta y, por supuesto… ¡la familia!)
Bueno, suficiente (más que suficiente) por hoy. Ya os dijimos que nuestra vida no tiene nada de extraordinario… ¡Hasta la próxima!

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